La República de los muertos
Desayuno ahora un pan de muerto. Adornos que recuerdan los huesos, lo que si, acaso, permanece de nosotros. Polvo y olvido. ¿Cuántos de mis muertos pueblan ya esa república de difuntos? Todos mis abuelos, mi madre, mi primo.
Brindemos, amor mío, por la vida. No es eterna.
Brindemos, amor mío, por la vida. No es eterna.
1 Comments:
¡Si, brindemos por la vida, a cada instante, con fuerza y consciencia!
Un beso, Óscar
By
Anónimo, at 10:56 p.m.
Publicar un comentario
<< Home