El animal ceremonioso III
Ayer cumpliste, mamá, 8 años de ejercer el oficio de difuntos. ¿Y cómo estoy contigo?
No lo voy a negar, aún el rencor no me abandona, pero comprendo que no pudo de ser de otro modo. ¿Cómo pudo haber sido de otra manera? Espero que realmente descanses ya, sufriste toda tu vida, mamá, y nosotros sin saberlo. Descansa, el martirio de la vida para ti terminó. Ahora tus hijos, mamá, somos quienes arrancamos felicidad a la amargura.
No lo voy a negar, aún el rencor no me abandona, pero comprendo que no pudo de ser de otro modo. ¿Cómo pudo haber sido de otra manera? Espero que realmente descanses ya, sufriste toda tu vida, mamá, y nosotros sin saberlo. Descansa, el martirio de la vida para ti terminó. Ahora tus hijos, mamá, somos quienes arrancamos felicidad a la amargura.
3 Comments:
la vida siempre continua...
By Blog de alma, at 5:39 p.m.
Se dice que se odia lo que se ama... hay tanto que perdonar y pedir perdón por tanto que es preferible ser tolerante ante todo para no atiborrarnos de penas innecesarias. Sigue dándole patadas en el trasero a la amargura y vive en paz con los recuerdos.
Muchos besos y abrazos mi estimado. Cibernéticamente lo quiero, y lo quiero bien!
By Anónimo, at 12:35 p.m.
Me uno a la ceremomia y al recuerdo, a la dulce amargura que siento y me toca necesariamente.
Un abrazo entero paa ti
By Unknown, at 12:28 a.m.
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