Nihil novum sub sole o Déjà vu

domingo, abril 12, 2015

Nota roja

Vienes a mi oficina. Es domingo y estoy solo. Además de traerme un artículo, sé (ambos sabemos) que vienes a un encuentro conmigo. Somos casados y eso lo hace aún más atractivo. Vienes muy sexy, y yo vengo vestido para la ocasión.
Entras y no perdemos tiempo en preliminares, tanto nos ansiamos, inmediatamente nuestras bocas se buscan, se reconocen, se beben. Cuánta sed nuestra que al bebernos se incrementa y no existe manantial que en este momento colme nuestra sed.

La ropa estorba y la arrancamos, manos ávidas de piel desnudan los cuerpos que se ansían para hacer realidad las imágenes del tacto, del sabor, del sonido de la vista que inundaron nuestras cabezas. Estamos aquí y ahora y somos dueños de hacer lo que queramos.

Te beso los labios, los ojos, el mentón, tu cuello y bajo a tus pechos.