Nota roja
Entras y no perdemos tiempo en preliminares, tanto nos ansiamos, inmediatamente nuestras bocas se buscan, se reconocen, se beben. Cuánta sed nuestra que al bebernos se incrementa y no existe manantial que en este momento colme nuestra sed.
La ropa estorba y la arrancamos, manos ávidas de piel desnudan los cuerpos que se ansían para hacer realidad las imágenes del tacto, del sabor, del sonido de la vista que inundaron nuestras cabezas. Estamos aquí y ahora y somos dueños de hacer lo que queramos.
Te beso los labios, los ojos, el mentón, tu cuello y bajo a tus pechos.