Creí que no tenía nada que decir

Gracias a Lokita, me doy cuenta de que hace casi un mes que no escribo. A veces uno piensa que ya todo está dicho, que no hay nada nuevo bajo el Sol (¿Adivinan por qué esta página se llama Nihil novum sub sole?)

Pero sí, cada ser es único e irrepetible y su experiencia en la vida también única e irrepetible. La cantidad de diarios y páginas personales que se abren diariamente me hacen pensar en que de pronto estamos como en el fondo de un pozo y esas páginas, esos pensamientos son gritos que lanzamos diciendo: ¡Aquí estoy yo! Ustedes no me ven, pero ¡yo existo!

De manera que aunque no haya nada nuevo bajo el Sol, siempre somos nosotros, una voz, una vida, un deseo, un cuerpo, un amor, una soledad que mostrar a los demás. Tejamos nuestras vidas en la red, urdamos la tela de Penélope con mis rojos, con tus oros, con tus verdes, con tus ocres, con los pasteles, con cielo plomizo, las texturas de nuestras pieles a flor de espíritu.

Gracias, Lokita, yo creí que hoy no tenía nada que decir. Y mira...