Nihil novum sub sole o Déjà vu

jueves, enero 29, 2009

Yo te recuerdo

Ayer habrías cumplido 50 años, Tirso, pero decidiste no hacerlo.

Y yo, como siempre animal ceremonioso, recuerdo esta fecha, pues medio siglo es digno de mencionarse. Para nosotros, sueños hechos con ladrillos de tiempo, recuerdo esta fecha a manera de monolito para tu recuerdo: Aquí yace mi hermano, quien no quiso cumplir 50 años.

Y recuerdo tu pelo tan lacio, tan sedoso, justo antes de morir y tu sonrisa justo antes de morir y tu tranquilidad justo antes de morir y tu muerte justo antes de morir.

Aquí estoy yo, Tirso, recordándote en tu propia memoria y te veo de unos 12 años bañándonos en la fuente de la plaza de la delegación de Iztacalco, los policías que nos persiguieron y que tú enfrentaste. Mira, ahora lo que bueno que yo había olvidado de ti me viene gratamente. Fuiste bueno, Tirso, recuérdalo, hubo un tiempo en que fuiste grande y mi ídolo, mi ejemplo. Luego, luego nos llega no sé cómo la edad, la adultez y cambiamos, cada quien elige.

Tú elegiste y yo respeto tu decisión.