Nihil novum sub sole o Déjà vu

jueves, marzo 23, 2006

Antes

Cuando tenía 16 años, me tocó hacer una investigación acerca del consumismo. Nada más fácil que ir al Parque Hundido de Insurgentes y elegir a nuestros entrevistados. Recuerdo a un señor como de 70 años, muy solo sentado en una banca. Los amigos que íbamos comenzamos a preguntarle y él como si sólo esparara unas orejas dispuestas comenzó a hablar para él, pero éramos nosotros sus destinatarios. Recuerdo aún la pesadez de sus palabras, su sombrío semblante: era un sobreviviente de un campo de concentración nazi. Había sido piloto del ejército, había asesinado en una guerra y había llegado a la conclusión de que la humanidad no merecía que se levantara una dedo por ella.

Para unos muchachos que encontraban los resortes chuecos de la sociedad, como el consumismo, esas palabras quedaron ahí. Hoy a mis 43 años lo recuerdo tan nítidamente.

¿Por qué vienen estos recuerdos a mi mente hoy? Recuerdo un retrato del poeta León Felipe realizado por Elvira Gazcón, en él se ven flores que brotan de su cabeza. Tal vez por la primavera mi cabeza bulle de flores en forma de recuerdos de mis pensamientos, porque esto lo anoto, pero he estado pensando y pensando y pensando. Soy un brote florido de pensamientos.

miércoles, marzo 15, 2006

Monstruo solar



Soy el Monstruo devorador de la Tierra.
Mi lengua es este filoso pedernal enardecido,
ávido de la entraña infinita de tu ser.

Tú eres la Tierra, dispuesta, abierta al sacrificio.
Soy tu señor solar, radiante, enhiesto, erecto,
cuya lengua sólo es tuya: brillo para tu humedad.

Soy el grande sol con el inmenso falo solitario.
Tú eres la vasta Tierra que alberga mi verga,
acógeme en tu centro y brillemos cada día.

lunes, marzo 13, 2006

Automimo u Onán ad portas

Pongo aquí un poema que me escribió mi mujer:

A Óscar

No quisiera soñarte demasiado,
por aquello de que a los sueños
sólo una vez les fue dado
el repetirse.

Y es que a ti
que me salvas de lo frío
y de lo oscuro,
a ti te quiero mil veces repetido,
como en una ciudad hecha de espejos:
siempre igual
y siempre diferente

Julieta Arteaga (La noche y la mañana simplemente)

viernes, marzo 10, 2006

Tierra a la tierra

Sí, la muerte es parte de la vida. Pero aun así cuando uno se entera de que alguien querido ha muerto sigue quedando esa sensación de hueco, de vacío. Ayer leí que murió Ludwig Margules, maravilloso director de teatro. Hoy me llega un correo (no sé de quién) de que murió Jorge Eduardo Eielson, excelente poeta peruano. ¿Y qué tiene que ver esto conmigo? Admiré y respeté a ambos, primero como espectador, luego como discípuo de Margules y como editor de la edición mexicana de Eielson.
Aquí la liga dirección para ver la página de la poesía en forma de pájaro. Como no sé linkear la pongo para que la copien.

www.poesiaenformadepajaro.blogspot.com

Leve les sea la tierra que los cubre.

lunes, marzo 06, 2006

De la compasión

--(...) quería regalarte una palabra. La mejor de todas.
--¿Ah, sí? ¿Cuál es?
--Compasión. Que, como sabes, es la capacidad de meterse en el pellejo del prójimo y de sentir con el otro lo que él siente.
--Sí, me gusta. Pero ¿por qué dices que es la mejor?
--Porque es la única de las grandes palabras por la que no se hiere, no se tortura, no se apresa y no se mata... Antes al contrario, evita todo esto. Hay otras palabras muy bellas: amor, libertad, honor, justicia... Pero todas ellas, absolutamente todas, pueden ser manipuladas, pueden ser utilizadas como arma arrojadiza y causar víctimas. Por amor a su Dios encienden los cruzados las piras, y por aberrante amor matan los amantes celosos a sus amadas. Los nobles maltratan y abusan bárbaramente de sus siervos en nombre de su supuesto honor; la libertad de unos puede suponer prisión y muerte para otros y, en cuanto a la justicia, todos creen tenerla de su parte, incluso los tiranos más atroces. Sólo la compasión impide estos excesos; es una idea que no puede imponerse a sangre y fuego sobre los otros, porque te obliga a hacer justamente lo contrario, te obliga a acercarte a los demás, a sentirlos y entenderlos. La compasión es el núcleo de lo mejor que somos...

Rosa Montero. Historia del rey transparente